Citando en el título, esta pequeñísima parte de uno de los discursos que más emocionaba y cautivaba a los jóvenes peruanos a finales del Siglo XIX, en plena “Guerra con Chile”, es que comienzo este comentario acerca del Film: “La Sociedad de los Poetas Muertos” (1989).
Para sorpresa de muchos y para tranquilidad de otros es necesario precisar que valores como Tradición, Honor, Disciplina y Excelencia que pregonaba implantar la Academia Estadounidense Welton a los JÓVENES en aquellos años, ahora, son historia.
¿Por qué? Por lo siguiente:
Con el avance de tantas tecnologías de la Información y la Comunicación y su impacto al estrellarse con una generación joven, muchas veces no preparada para recibirla, es imposible imaginar que valores como los de Welton, puedan fortalecerse en mentes confundidas y distraídas como la mayoría de los jóvenes de hoy.
Si en esos años en los que se basa la película, se “recontracritica” y “recontracondena” el Libre Pensamiento, pues ahora, en estos tiempos, el “Libre Pensamiento” condena a los jóvenes y éstos a su vez a los adultos, por el mero hecho de no haber sabido guiarlos y mucho menos, construir formas y maneras de canalizar tanta energía difuminada.
Y digo esto porque el pensar diferente al resto y definir tus metas y deseos implica mucha madurez, la cual sólo se logra a través del estudio y del estímulo constante de un mentor llamado “maestro”.
Sin embargo hoy por hoy es difícil de encontrarlos, se están extinguiendo poco a poquito, quizás para dar paso a nuevos talentos, excepciones juveniles, frente a un mar de chicos consumidos por sus divagaciones de “ser o no ser, lo que quieren, pero no saben si ser”.
Mayoritariamente hablando:
o ¿Creen que es posible hallar Tradición en una sociedad donde es más lo que importas que lo que exportas?
o ¿Creen que es posible hallar Honor en una sociedad donde las virtudes son medidas más por el dinero de tu bolsillo que por las acciones?
o ¿Creen que es posible hallar Disciplina donde el caos por la enorme brecha tecnológica discrimina a los no-involucrados?
o ¿Creen que es posible hallar Excelencia donde los valores no se “viven” y sólo se “mencionan”?
Definitivamente No.
¿Por qué el pesimismo? Pues precisamente por el no encontrar muchos ejemplos a seguir que provengan del mismo lugar de donde yo vengo: Perú.
¿Es posible cambiar? Sí, el día en que nuestra memoria se refresque recordando lo que no nos gusta y enfrentando ese miedo a hacerlo.
Sólo ese día dejaremos atrás esta maldición de seguir siendo y haciendo lo mismo…dejar de ser lo que Luis Alberto Sánchez diría: UN DISCO RAYADO.
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