Hoy saliendo de la universidad formé 'cola' para subir a los Pablitos -grandes omnibus que llevan a los estudiantes desde Lambayeque hacia Chiclayo-, me esperaba una gran lucha para subir a coger asiento pues como siempre, todo es un desorden y un caos por quién sube primero al carro; debo de admitir que esto ya no me sorprende, creo que me he acostumbrado a que me pisen y me chanquen los pies a la hora de tomar el bus -lástima que quienes propicien eso sean los chicos- en fin, cuando estaba a punto de subir escuché las voces de dos chicas 'gringas con su plata' que habían llegado al último y se encontraban gritando para que alguna 'amiga' o 'amigo' les guardase asiento cuando subieran; sorprendentemente fueron varios los que les hicieron caso a las chicas 'rubias' pese a no haberlas visto nunca, entonces cuando el resto de estudiantes queríamos sentarnos nos decían: ''está ocupado'' y a lo largo de los dos asientos había un folder o una mochila guardando el espacio requerido...qué ironía no?
Me pregunto si esas personas 'tan amables' hubieran hecho lo mismo con alguien que no tuviera teñido el cabello color rubio, está de más decir que los estereotipos nos han rodeado tanto que tratamos a las personas según su físico sin atrevernos siquiera a pensar que la forma no tiene nada que ver con el fondo, debemos considerar que en el continente donde vivimos está dominado por el cuerpo mas no por el espíritu -como lo decía Osho- los occidentales estamos compitiendo siempre entre nosotros, en quién tiene mejor cuerpo, quién se viste a la moda, quién se maquilla más y mejor, quién usa la última colonia lanzada al mercado; cosa muy contraria que sucede en Oriente ya que esa competición sesó desde hace tiempo, las más claras pruebas son la liposucción, la cirujía plástica, el uso del botox, etc.
Ni qué decir de los miedos a la muerte y a no 'haber vivido lo suficiente', mientras que lo primordial es 'haber hecho lo suficiente' en nuestra vida, todo y mucho más nos falta aprender como pueblo, hacemos caso de lo que algún ser que no sea de nuestra raza nos venga a decir, todo para ellos es un Chí Cheñó, mientras que entre nosotros mismos nos ignoramos y encima, nos menospreciamos.